Pilar A. Hrimati
Psicoterapeuta Transpersonal
pilar_almagro@yahoo.es
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martes, 29 de abril de 2014

LOS PENSAMIENTOS Y LOS CAMBIOS MOLECULARES EN LOS GENES

Científicos muestran cómo los pensamientos provocan cambios moleculares en tus genes

Con la creciente evidencia de que el entrenamiento de la mente o la inducción de ciertos modos de conciencia pueden tener efectos positivos para la salud, los investigadores han tratado de entender cómo estas prácticas afectan físicamente el cuerpo. Un nuevo estudio realizado por investigadores de Wisconsin, España y Francia reporta la primera evidencia de los cambios moleculares específicos en el cuerpo después de un período de práctica intensiva mindfulness (También conocido como Conciencia o Atención Plena).
El estudio investigó los efectos de un día de práctica intensiva de mindfulness en un grupo de meditadores experimentados, en comparación con un grupo de control de sujetos no entrenados que practicaron actividades tranquilas no meditativas. Después de ocho horas de práctica de mindfulness, los meditadores mostraron una gama de diferencias genéticas y moleculares, incluyendo niveles alterados de la maquinaria de regulación génica y la reducción de los niveles de genes pro-inflamatorios, que a su vez se correlacionaban con una recuperación física más rápida luego de una situación estresante.
“Según nuestro conocimiento, este es el primer trabajo que muestra alteraciones rápidas en la expresión genética de sujetos asociados a la práctica de la meditación mindfulness”, dice el autor del estudio Richard J. Davidson, fundador del Centro para la Investigación de Mentes Saludables y profesor de psicología y psiquiatría en el William James and Vilas, de la Universidad de Wisconsin-Madison.
“Lo más interesante es que los cambios se observaron en los genes que son los objetivos actuales de los fármacos anti-inflamatorios y analgésicos”, dice Perla Kaliman, el primer autor del artículo e investigador en el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona, ​​España (IIBB-CSIC -IDIBAPS), donde se llevaron a cabo los análisis moleculares.
El estudio fue publicado en el Periódico Psychoneuroendocrinology.
Los entrenamientos basados ​​en el mindfulness han demostrado efectos beneficiosos en enfermedades inflamatorias en los estudios clínicos previos y están avalados por la Asociación Americana del Corazón como una intervención preventiva. Los nuevos resultados proporcionan un posible mecanismo biológico para efectos terapéuticos.

La actividad genética puede cambiar según la percepción

Según el Dr. Bruce Lipton, la actividad genética puede cambiar a diario. Si la percepción en tu mente es reflejada por la química de tu cuerpo, y si tu sistema nervioso lee e interpreta el medio ambiente y luego controla la química de la sangre, entonces puedes literalmente cambiar el destino de las células mediante la alteración de tus pensamientos.
De hecho, la investigación del Dr. Lipton ilustra que al cambiar tu percepción, tu mente puede alterar la actividad de tus genes y crear más de treinta mil variaciones de productos por cada gen. Él da más detalles al decir que los programas genéticos están contenidos dentro del núcleo de la célula, y se puede volver a escribir esos programas genéticos al cambiar la química de tu sangre.
En los términos más simples, esto significa que tenemos que cambiar nuestra forma de pensar si queremos curar el cáncer. “La función de la mente es crear coherencia entre nuestras creencias y la realidad que experimentamos”, dijo Dr. Lipton. “Lo que esto significa es que tu mente ajustará la biología y el comportamiento de tu cuerpo para que encajen con tus creencias. Si te han dicho que te vas a morir en seis meses, y tu mente se lo cree, es muy probable que vayas a morir en seis meses. A eso se le llama el efecto nocebo, el resultado de un pensamiento negativo, que es lo contrario del efecto placebo, donde la sanidad está mediada por un pensamiento positivo”.
Esta dinámica apunta a un sistema de tres partes: está la parte de ti que jura que no quiere morir (la mente consciente), inventada por la parte de ti que cree que sí (el pronóstico del médico mediado por la mente subconsciente), la cual luego pone en marcha la reacción química (mediada por la química del cerebro) para asegurarse de que el cuerpo se adapte a la creencia dominante. (La neurociencia ha reconocido que el subconsciente controla el 95 por ciento de nuestras vidas.)
Ahora ¿qué pasa con la parte que no quiere morir – la mente consciente? ¿No está afectando a la química del cuerpo también? El Dr. Lipton dijo que todo se reduce a cómo ha sido programada la mente subconsciente, la cual contiene nuestras creencias más profundas. Son estas creencias las que en última instancia, realizan el voto decisivo.
“Es una situación compleja”, dijo el Dr. Lipton. Las personas han sido programadas para creer que son víctimas y que no tienen ningún control. Estamos programados desde el principio con las creencias de nuestras madres y padres. Así, por ejemplo, cuando nos enfermamos, nos dijeron nuestros padres que tenemos que ir al médico porque el médico es la autoridad con respecto a nuestra salud. Todos recibimos el mensaje durante toda la infancia que los médicos eran la autoridad en materia de salud y de que éramos víctimas de las fuerzas corporales más allá de nuestra capacidad de control. La broma, sin embargo, es que la gente con frecuencia mejoraba cuando se dirigía al médico. Fue entonces cuando la capacidad innata de autocuración entra en acción, otro ejemplo del efecto placebo.

La práctica de Mindfulness afecta específicamente a las vias reguladoras

Los resultados del estudio de Davidson muestran una regulación hacia abajo de los genes que han sido implicados en la inflamación. Los genes afectados incluyen los genes pro-inflamatorios RIPK2 y COX2, así como varios genes de la histona deacetilasa (HDAC), que regulan epigenéticamente la actividad de otros genes mediante la eliminación de un tipo de etiqueta química. Lo que es más, la medida en que algunos de esos genes se regularon hacia abajo se asoció con la recuperación más rápida de cortisol ante una prueba de estrés social que implicaba un discurso improvisado y tareas que requieren cálculos mentales realizados frente a una audiencia y una cámara de vídeo.
Los biólogos han sospechado durante años que algún tipo de herencia epigenética ocurre a nivel celular. Los diferentes tipos de células de nuestro cuerpo son un ejemplo. Las células de la piel y las células del cerebro tienen diferentes formas y funciones, a pesar de tener exactamente el mismo ADN. Debe haber mecanismos – que no sean del ADN – que se encargan de que las células de la piel permanezcan siendo células de la piel cuando se dividen.
Tal vez resulte sorprendente, dicen los investigadores, que no hubo diferencias en los genes probados entre los dos grupos de personas en el inicio del estudio. Los efectos observados se vieron sólo en los meditadores luego de la práctica de mindfulness. Además, varios otros genes modificadores del ADN no mostraron diferencias entre los grupos, lo que sugiere que la práctica de mindfulness ha afectado específicamente a ciertas vías de regulación.
El resultado clave es que los meditadores experimentaron cambios genéticos luego de la práctica de mindfulness que no se observaron en el grupo que no meditó, después de otras actividades silenciosas – un resultado que proporciona la prueba del principio de que práctica demindfulness puede conducir a alteraciones epigenéticas del genoma.
Fuente: canal311.com

jueves, 17 de abril de 2014

LIBRE ALBEDRIO

Libre Albedrío.



P: ¿ Hasta que punto somos libres para determinar nuestras vidas ?.

R: ¿ Como individuos o como lo que somos profundamente ?.

P: Como individuos.

R: En ese caso estamos enteramente condicionados; por lo tanto no existe libre albedrío. En apariencia elegimos libremente, pero de hecho no hacemos más que reaccionar como autómatas a los estímulos de nuestro medio ambiente y de nuestra memoria, siguiendo sin descanso los mismos patrones de nuestra herencia bio-sociológica que invariablemente nos llevan a las mismas viejas reacciones, como máquinas expendedoras dispensando bebidas en una estación de tren. Como individuos, nuestra libertad es ilusoria, con excepción de la libertad, que es nuestra en cada instante, para dejar de tomarnos por una entidad separada y así poner fin a nuestra ignorancia y sufrimiento.
Por el contrario, a nivel de nuestro ser profundo, todo fluye de nuestra libertad. Cada pensamiento, cada percepción, nace por que lo queremos. Nosotros no podemos entender ésto con el pensamiento, pero podemos experimentarlo. Cuando estamos totalmente abiertos a lo desconocido, la entidad personal está ausente y entonces nos damos cuenta de que el universo tangible e inteligible surgen de esta apertura en un presente eterno. Nosotros queremos, creamos y somos, a cada instante, todas las cosas en la unidad de la conciencia.

P: Hablas de estar totalmente abierto a nuestros pensamientos y percepciones. ¿ Como podemos acoger todo lo que se presenta a nosotros en medio del ritmo frenético de la vida moderna ? ¿ Es posible ?.

R: Realmente no tienes elección, porque tú estás acogiendo de instante en instante cualquier cosa que piensas, percibes o haces. Por ejemplo, cuando aparece un pensamiento, ¿ esta aparición es espontánea, no es así ?.

P: No veo adonde quieres llegar.

R: Tu no ejerces ninguna acción sobre ti mismo a fin de hacer aparecer este pensamiento. Incluso si efectuases tal acción, esta misma acción seria otro pensamiento espontáneo. De hecho todas las cosas aparecen por si mismas en la conciencia, la cual está siempre totalmente abierta. La conciencia nunca dice "quiero ésto" o "no quiero aquello". No dice nada, ya que continuamente acoge todo lo que surge en su campo. Cuando dices "quiero ésto" o "no quiero eso" no es la conciencia la que está hablando, es simplemente un pensamiento surgiendo en su seno. Después dices " yo no estaba abierto", y ésto que es la irrupción de un nuevo pensamiento. El trasfondo de toda esta agitación mental es la conciencia, siempre abierta, siempre acogedora. Desde el momento que tú estás vivo, tú estás abierto. La apertura es tu naturaleza. Esta es la razón de por qué es tan placentero encontrarla; uno se siente en casa, cómodo, natural. No tienes que hacer nada para encontrarte en esta apertura, excepto entender que ella es tu naturaleza real, que tú ya estás ahí. Tan pronto te estableces como conciencia-testigo, la agitación de este mundo no te perturbará. Entiende el proceso en su conjunto y a través de esa comprensión escapa de él. Das un salto y entras en otra dimensión. Familiarízate con ella. Observa su impacto sobre tu psiquismo y tu cuerpo. Quizá en este momento mis palabras te puedas parecer meras ideas, pero llegará el día en que se disolverán en ti, volviéndose entendimiento vivo. Entonces la cuestión de saber como meditar, como estar abierto o como ser feliz, ya no surgirá porque tu ya serás meditación, apertura y felicidad.

P: ¡Pero nosotros lo ignoramos!.

R: Investiga, encuentra por ti mismo. Ve si es verdad que tú eres consciente permanentemente. Comprueba si es verdad que lo que tú sabes que eres esencialmente, es conciencia. No tomes mis afirmaciones por hechos establecidos. Cuestiónalas y también cuestiona tus propias creencias. También cuestiona la noción de una conciencia limitada y personal. Vive con estas preguntas, y sobre todo, vive en la apertura silenciosa que sigue a este cuestionar, vive en el creativo "yo no se". Al interior de esta apertura llegan respuestas que modifican y purifican poco a poco la pregunta inicial, haciéndola más y más sutil hasta que es imposible que la formule el pensamiento. Deja que este dinamismo residual se agote por si mismo en tu atención acogedora hasta que llegue el momento en que la última respuesta surja en ti en todo su esplendor.

P: Ayer por la tarde utilizaste el adjetivo "incoloro" para cualificar la conciencia. Me pregunto donde aparecen el amor y la compasión en este cuadro.

R: Las palabras que utilizamos para describir lo indescriptible tienen que ser asimiladas en ese mismo momento. Si las utilizamos fuera de contexto pierden su sabor y acabamos llegando a aparentes contradicciones. Me viene a la mente una historia relacionada con este asunto: un maestro Chan se contradijo, aparentemente, por lo menos unas doce veces en el espacio de una hora. Un discípulo que estaba en la habitación, exasperado, hizo notar la sucesión de contradicciones ante la mirada divertida y benevolente del maestro, cuya única respuesta, sin intentar justificarse en ningún sentido, fue : "¡Realmente que extraño y maravilloso, nunca entenderé por qué la verdad está siempre contradiciéndose a si misma!".

P: Estoy de acuerdo. La conciencia es indescriptible. ¿ También la compasión está más allá de las palabras ?.

R: Mi comentario se refería a la primera parte de tu pregunta... Primero tenemos que encontrar en nosotros mismos este centro incoloro que es libertad perfecta y autonomía absoluta. Y cuando, desde ese centro, desde esa inteligencia, dirigimos nuestra mirada hacia los seres que nos rodean, no solo vemos sus cuerpos y percibimos sus mentes, si no que volamos directamente más allá de las fronteras psico-somáticas, hasta ese lugar incoloro y sin límites que es nuestra esencia común. Ahí, donde no hay otro. Desde este centro incoloro puede que se desarrolle una acción, o no, dependiendo de las circunstancias. La acción que surge de la comprensión de que fundamentalmente somos un solo y mismo ser, está llena de compasión, asi como de belleza e inteligencia. Esta acción puede manifestar otras cualidades, pero también puede asumir el color de la compasión cuando las circunstancias lo requieren. Siempre en armonía con la situación del momento, no deja huellas y libera a aquellos que toca. La auténtica compasión desafía las ideas preconcebidas que tenemos de ella. Puede parecer estraña, inapropiada, incluso brutal, pero es libre y esa es su belleza. Es un tornado de libertad que sopla donde quiere, arrancando a su paso los apegos efímeros y las falsas ideas a fin de que solo quede lo indestructible, lo real, lo eterno.

P: ¿ Que puedes decirnos de la inteligencia ?.


R: La inteligencia ordinaria es una función cerebral. Se manifiesta como la facultad de adaptarse y organizarse. Permite manejar problemas complejos poniendo en juego una gran cantidad de datos. Ligada a los condicionamientos heredados y adquiridos del cerebro, opera secuencialmente, en el tiempo. Este tipo de inteligencia es la responsable de la realización de cálculos algebraicos, de la formulación de razonamientos lógicos, o de jugar al tenis. Opera como un super-ordenador, sobresale en la realización de tareas repetitivas y puede que algún día sea superada por las máquinas. Su fuente es la memoria, lo conocido.
La inteligencia intuitiva se presenta como comprensión y claridad. Permite ver simplicidad en lo aparentemente complejo. Brilla instantáneamente. Siempre creativa, libre de lo conocido, está en el origen de los descubrimientos científicos y grandes obras de arte. Tiene su fuente en la suprema inteligencia de la conciencia intemporal.
Cuando la inteligencia intuitiva se vuelve hacia si misma, intentando alcanzar su origen, se pierde a si misma en la percepción instantánea de la inteligencia suprema. El reconocimiento de esta inteligencia superior es una implosión que destruye la ilusión de que somos una entidad personal.

P: ¿Este reconocimiento, se produce independientemente del nivel de inteligencia general de uno ?.

R: Si. La presencia de un intenso deseo por despertar, es la señal cierta de que este reconocimiento ha tenido lugar.

La destrucción del ego provocada por el despertar, ¿ es gradual o repentina ?.

R: El primer instante de reconocimiento ya contiene en germen su realización, del mismo modo que la semilla ya contiene la flor, el árbol y el fruto. Todavía durante algún tiempo, el ego, golpeado por la visión aún parcial de esa inteligencia, retiene una apariencia de vida. En este estadío, el hábito mantiene todavía las viejas identificaciones, pero ya se ha abierto una brecha irreparable en la creencia de nuestra existencia separada. Se podría decir que el corazón de uno ya no está ahí, en todos los sentidos de la palabra. Repeticiones intermitentes de este reconocimiento, amplían mas todavía esta brecha hasta el momento en que el ego, que es un objeto percibido, se vuelve completamente objetivo antes de disolverse ante nuestros ojos, dejando lugar a la irrupción de lo inefable.
Después de este despertar, nos encontramos libres de miedo y de deseo; libres de miedo, ya que, habiendo reintegrado nuestro ser inmortal, el espectro de la muerte nos abandona para siempre; y libres de deseo porque, conociendo la plenitud absoluta del ser, cesa espontáneamente la vieja atracción que los objetos ejercían sobre nosotros. Todavía pueden manifestarse durante algún tiempo los viejos hábitos físicos y mentales, que derivan de la anterior creencia en una existencia personal, pero de ahí en adelante es imposible toda identificación con un objeto percibido o pensado. Cuando estos hábitos son contemplados en la asombrosa neutralidad de la conciencia, mueren uno por uno, sin que su recurrencia ocasional desencadene una vuelta a la ilusión egoica.

P: ¿ Cuales son los signos que nos permiten reconocer la inteligencia superior ?.

R: Los pensamientos, sentimientos y acciones, que brotan de la inteligencia superior hacen referencia a su fuente, el ser. Una vez acabados nos dejan en la orilla de lo absoluto, como la espuma que una ola deposita en la arena. El pensamiento que piensa la verdad procede de la verdad y nos devuelve a la verdad. Este pensamiento tiene muchos aspectos diferentes; aparentemente plantea preguntas diversas como "¿ que es la felicidad ?", "¿ que es Dios ?", "quien soy yo ?". Todas estas preguntas provienen de su fuente común, la dicha eterna, lo divino, nuestro ser. Cuando este pensamiento impregnado con el perfume de la verdad te invita, hazle sitio, dedícale tiempo, entrégate a él, déjate llevar por él. Este pensamiento es como la huella del paso de Dios en tu alma. Déjalo ir adonde quiera. Aquél en quien se ha despertado este pensamiento es muy afortunado. Ningún obstáculo podría impedirle acceder a la verdad. Una vez que el deseo por lo último os ha asido, el universo entero coopera en la realización de este deseo.
P: ¿ Estás tú en este estado de plenitud en este momento ?.

R: En este estado no hay nadie. Este no-estado es la ausencia de la persona.

P: ¿ Entras y sales de ese estado ?.

R: No es un estado.

P: En este estado ¿ Estás despierto ?.

R: Este no-estado está despierto a si mismo. Es conciencia, yo soy conciencia, tú eres conciencia.

P: En ese caso, ¿eres consciente de que todo está en su lugar ?.

R: Desde el punto de vista de la conciencia, todo es conciencia, por lo tanto todo está en su sitio. Nada es trágico. Todo es luz, todo es presencia.

P: Dado que somos luz y que las cosas que nos rodean son también esa luz, ¿ ves las cosas de forma diferente a nosotros ?.

R: No. Yo veo cada cosa exactamente como vosotros, pero existen cosas que vosotros creéis ver y que yo no veo. Yo no veo una entidad personal en todo ésto que se ve,en el presente. Incluso si surgiese un viejo hábito proveniente del recuerdo de la antigua personalidad, sería objetivado totalmente, simplemente constituiría una parte de todo lo que se ve, del presente; no es lo que yo soy. Yo no me tomo a mi mismo por una cosa percibida o pensada. Esto es todo. Tú puedes hacer lo mismo. Eres libre. Es suficiente intentarlo. ¡Inténtalo! ¡Ahora mismo!.

P: ¿ Como lo puedo hacer ?.

R: Cada vez que te tomes por un objeto, por ejemplo, por un hombre con una determinada profesión, o que tú eres tu cuerpo, constátalo.

P: De modo que existe un ser a un nivel superior que observa la situación. ¿ Es esa la perspectiva ?.

R: Eso es la comprensión intelectual de la perspectiva, no su realidad. La realidad de la perspectiva es tu atención acogedora, no el concepto de la atención acogedora, o el concepto de ti mismo como atención acogedora, si no simplemente tú presencia luminosa sin tensión y sin resistencia, acogiendo momento a momento el pensamiento o la sensación que está surgiendo, dejándolo desarrollarse libremente, y permitiéndole reabsorverse en si mismo sin dejar rastro. Esta luz original no es una ausencia sino plenitud. Abandónate a ella, déjate invadir.

Francis Lucille